Situado sobre el antiguo ejido de la localidad, asentado sobre la huerta que plantara en 1678 Bartolomé de Angulo Bohórquez, bajo él discurre el camino de la Fuente del Cura (llamada así por encontrarse en terrenos propiedad de la Iglesia), paralelo el curso del río Guadalete, límite interprovincial. Enfrente, la Vía Verde de la Sierra.