El Cementerio Municipal de Puerto Serrano mira al paisaje de la Sierra de Cádiz. Con sus nichos encalados y estilo arquitectónico de tradición andaluza, data del siglo XIX.
En sus patios y en sus muros guarda la historia de la localidad y de sus habitantes. En la tapia del camposanto aún se conservan las señales de los fusilamientos del verano de 1936, que acabaron con la vida de algunos vecinos policheros a manos de las tropas franquistas. La sublevación que dio paso a la Guerra Civil le costó la vida, al menos, a 24 hombres y a una mujer.
A la derecha de la puerta de entrada antigua que da acceso al cementerio se localiza una fosa común no exhumada, donde se estima que descansan los cuerpos de dos víctimas, como mínimo. Los restos de una de ellas corresponden a un hombre. En la actualidad, sobre la fosa se levanta un bloque de nichos.